Este modelo es el que se usa en todo el mundo para el pago con tarjetas de crédito donde interactúan comercio, adquirentes, redes de tarjetas y emisores. Cuando el tarjetahabiente paga con su tarjeta en un comercio, el banco del comercio (adquirente) procesa el pago y se comunica con la red de tarjetas de crédito (Visa o Mastercard, por ejemplo), que a su vez se comunica con el banco emisor de la tarjeta para autorizar la transacción. Al hacerlo, la red se encarga de mover el monto desde el emisor al adquirente. Luego, el adquirente le paga al comercio el valor de esa transacción, dinero que es descontado del saldo del tarjetahabiente en su banco emisor.
En esta operación, se cobran varias comisiones. En forma simple, son la tasa de intercambio (interchange fee), que el emisor cobra al adquirente y que es fijada por la red de tarjetas como un porcentaje de la transacción; assessment, que corresponde a lo que cobra la red como una fracción de la compra; y el merchant discount, parte que el adquirente se lleva sobre la venta. Esta última, incluye el assessment y el interchange fee que después son repartidos por el adquirente.