Es un documento físico (que puede ser de plástico o cartón) o digital emitido por un banco (emisor) o institución financiera que puede ser a su vez un comercio a nombre de una persona (tarjetahabiente). A diferencia de una tarjeta de crédito, no tiene un crédito disponible autorizado por el emisor, sino que cuenta con un cupo cargado previamente por el mismo tarjetahabiente. Las tarjetas de prepago en Chile existen gracias a la nueva Ley de Medios de Pago Electrónico (20.950), aprobada en 2017, que autoriza la emisión y operación de medios de pago con provisión de fondo por entidades no bancarias. Las principales razones de ser de este tipo de tarjeta son: